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Clínica de fertilidad | Avantia

El blog de la fertilidad

Los problemas de fertilidad y las emociones

¿Cómo afectan los problemas de fertilidad a nuestro estado emocional?

Cuando una persona o pareja se encuentra con problemas relacionados con la infertilidad, es frecuente que su estado emocional se vea afectado.

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Según nos cuenta el grupo de interés en Psicología de la Sociedad Española de Fertilidad, la aparición de dificultades en la posibilidad esperada de tener un hijo puede acarrear la aparición de sufrimiento emocional, que será más o menos intenso en función de múltiples factores relacionados con la persona y con el contexto.

Hoy sabemos, que aproximadamente entre el 25% y el 65% de los pacientes sometidos a tratamientos de reproducción asistida pueden presentar en algún momento del proceso síntomas relacionados con dificultades emocionales.

La crisis vital

La aparición de un problema de fertilidad/esterilidad puede suponer una auténtica “crisis vital” para las personas o parejas que lo padecen. Se habla de “crisis vital” cuando en la vida de la persona se produce una alteración del equilibro emocional por el fracaso en la aproximación tradicional en la resolución de los problemas, lo cual genera desorganización, desesperanza, tristeza, ansiedad y confusión.

Expresándolo de otra manera, la persona o pareja se encuentra ante un problema para el cual no estaba preparada previamente y no dispone, al menos al principio, de soluciones o recursos que le indiquen cómo afrontarlo.

Cambios que se producen en la persona ante una crisis emocional

Las crisis normalmente producen una serie de cambios que afectan al mundo interno de la persona con respecto a:

  • Las creencias, p. ej.: “podemos tener un hijo cuando nos lo propongamos”.
  • Las actitudes, p. ej.: “seremos unos padres ideales”.
  • Los sentimientos, p. ej.: “me siento querido y comprendido”.
  • Las expectativas, p. ej.: “habrá que ir pensando en la educación del niño”.

Los cambios en todos estos aspectos pueden generar ansiedad, desesperación, sentimientos de falta de control sobre la propia vida y sentimientos de temor, de amenaza y de pérdida.

Cualquier crisis en el ciclo de la vida de una persona presenta una serie de características. Por un lado, es un punto crítico de la propia vida. Aunque se trata de un fenómeno que se da en muchas otras personas, el sujeto lo vive como una experiencia solitaria, y por tanto se siente solo y único ante el problema.

Por otro lado, no suele ser percibido por los demás, (incluso a veces es intencionalmente ocultado), por lo que altera la vida de la persona pero la estructura social permanece intacta. Sin embargo, cuando la gente que rodea al sujeto es consciente de este proceso, suele movilizarse y responder de manera novedosa. Además, aunque con frecuencia es algo conocido socialmente y a veces anticipado, esto no ayuda a que la persona se prepare, ya que se vive como algo impactante, inesperado y que puede sucederle a los demás pero nunca a uno mismo. Finalmente, en ocasiones implica la pérdida del modo de vida previo a la aparición de la crisis.

Debido a estas características, y en función de otros factores personales y contextuales, es posible que aparezcan una serie de problemas emocionales:

  • Se ven desbordadas las habilidades de resolución de problemas y los mecanismos de afrontamiento habitualmente utilizados.
  • Al estado inicial de shock emocional se siguen sentimientos de negación, confusión, temor, tristeza, aplanamiento emocional, incredulidad culpa e inquietud.
  • Pueden presentarse reacciones de estrés general.

Otro factor a considerar: el propio tratamiento médico de reproducción asistida

Por otro lado, el propio tratamiento médico puede ser fuente en muchas ocasiones de alteraciones emocionales. Cualquier tratamiento puede llegar a ser estresante para el paciente, pero los de reproducción asistida lo son especialmente.

El inicio de la intervención sobre un aspecto tan íntimo como la capacidad reproductiva puede ser vivido como la cesión de un elemento de control personal importante a manos de un equipo experto de profesionales.

La persona o pareja entra en un “mundo nuevo” en el que la toma de decisiones se convierte en una parte fundamental de su día a día, así como las dudas y esperanzas sobre las opciones terapéuticas, el miedo al fracaso o la soledad y el ocultamiento social del problema. Por tanto, es normal que nos encontremos ante expresiones emocionales de aislamiento social y personal, culpa y culpabilización, ansiedad, depresión y problemas de relación de pareja.

Si éste es tu caso, si te has sentido reflejado/a en alguna parte de lo explicado anteriormente o si estás interesado/a en saber más sobre el tema, no dudes en ponerte en contacto con la Unidad de Psicología de la Clínica de Fertilidad Avantia. Te recibiremos con los brazos abiertos para ofrecerte el apoyo y los recursos que necesites. Estamos contigo.

Para cualquier duda y/o consulta que queráis hacer, podéis contactar con nosotros dejando un mensaje en la casilla de comentarios (debajo de este artículo) o visitando nuestra Webdonde tenéis un formulario de contacto y nuestro número de teléfono: 958 08 10 49

“Clínica Avantia, donde nace la felicidad”

Marta Fernández Domingo.

Unidad de Psicología, Clínica Avantia de Fertilidad

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