2020
Nuestras creencias de lo que constituye una familia han cambiado drásticamente en las últimas décadas debido a los avances tanto en las técnicas reproductivas como en las actitudes de la sociedad. Sin embargo, es frecuente que las personas que se someten a tratamientos de reproducción asistida se planteen qué impacto puede tener esta situación sobre el bienestar psicológico de sus hijos.
Desde la Unidad de Psicología de Clínica de Fertilidad Avantia queremos acercaros los resultados recogidos en los últimos estudios sobre las relaciones padre-hijo y el ajuste psicológico de los niños en familias concebidas con la ayuda de la reproducción asistida.
Familias de donación de gametos
En las parejas heterosexuales que se someten a donación de gametos es usual que exista la preocupación de si el progenitor que no aporta su material genético se va a sentir distante de su hijo o de si no lo va a reconocer como suyo, de lo que suele derivarse el miedo a que el niño no consiga un desarrollo psicológico adecuado. Además, a veces tienen la creencia de que el secretismo que rodea una donación gametos en la familia puede afectar a su bienestar.
En cambio, los últimos estudios realizados con estas familias han encontrado que las relaciones paterno-filiales son más positivas cuando los niños están en edad preescolar en comparación con familias concebidas sin reproducción asistida, independientemente del tipo de donación de gametos, y que los niños presentan un buen nivel de ajuste psicológico.
Cuando los niños llegan a los 7-10 años, las familias siguen funcionando adecuadamente, siendo su relación más positiva aún si los padres han sido abiertos con su hijo con respecto a la donación de gametos.
También se han encontrado beneficios a largo plazo de una revelación temprana. Aunque en general todos los niños muestran un ajuste psicológico positivo, aquellos a los que se les habla de su concepción desde que son pequeños presentan una mejor relación con la madre a los 14 años.
Familias de madre soltera
En un reciente estudio, donde se comparó entre familias de madre soltera por elección y familias de dos progenitores, se encontró que los niños de entre 4-9 años de madres solteras tenían una relación tan cercana con su madre como los de las familias de dos progenitores, y que tenían el mismo nivel de bienestar psicológico.
Por otro lado, se encontró que a los 8-10 años no había diferencias en cuanto a la calidad de las relaciones madre-hijo o a la presencia de problemas emocionales y de comportamiento en los niños.
Familias de madres lesbianas
En cuanto a las familias formadas por una pareja de mujeres, los estudios muestran que los niños criados por madres lesbianas se desarrollan y funcionan tan bien como aquellos criados por un padre y una madre.
Además, en un reciente estudio se encontró que estos niños presentaban menos problemas psicológicos a la edad de 10 y 17 años, y que a la edad de 25 presentaban el mismo nivel de salud mental que sus compañeros.
Lo que realmente importa
En conclusión, todos estos estudios nos muestran que las relaciones paterno-filiales y el bienestar psicológico de los niños no dependen del tipo de familia, sino del bienestar de los padres, la calidad de sus relaciones y las circunstancias sociales en las que los niños crecen.
Por tanto, el número de progenitores, el género, la orientación sexual o el parentesco biológico de los padres no tienen la importancia que se podría llegar a pensar.
Lo que realmente importa es la calidad de las relaciones familiares y el apoyo de la comunidad en la que viven.
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“Clínica Avantia, donde nace la felicidad”
Marta Fernández Domingo.
Unidad de Psicología, Clínica Avantia de Fertilidad.