2024
Desde que en 1978 naciese el primer bebé gracias a ella, la fecundación in vitro (FIV) ha revolucionado el tratamiento de la infertilidad, permitiendo a muchas parejas cumplir su sueño de tener un hijo. Sin embargo, a pesar de su popularidad, aún persisten muchos mitos y dudas en torno a este procedimiento. En este artículo, despejaremos algunas de las dudas más comunes y te proporcionaremos información clara y concisa sobre la FIV.
¿Qué es la FIV y cómo funciona?
La FIV es una técnica de reproducción asistida que consiste en la unión de un óvulo y un espermatozoide en un laboratorio. Una vez fecundado, el embrión resultante se transfiere al útero materno con la esperanza de que se implante y se desarrolle un embarazo.
El proceso de la FIV suele incluir los siguientes pasos:
- Estimulación ovárica: Se administran medicamentos para hiperestimular de forma controlada el ovario consiguiendo la maduración de varios óvulos en cada ciclo.
- Recuperación de óvulos: Se realiza de forma ambulatoria mediante una punción transvaginal ecoguiada de los ovarios.
- Fecundación: Los óvulos se fecundan con los espermatozoides en el laboratorio.
- Cultivo de embriones: Los embriones se cultivan en el laboratorio durante unos días para observar su desarrollo.
- Transferencia embrionaria: Se seleccionan los embriones de mejor calidad y se transfieren al útero materno.
¿Quiénes son buenos candidatos para la FIV?
Aunque en sus comienzos, la FIV se creó para resolver la esterilidad ocasionada por el factor tubárico, es decir cuando las trompas de Falopio no son permeables y se dificulta la unión de óvulos y espermatozoides, a día de hoy, la FIV puede ser una opción para parejas con diversos problemas reproductivos, como:
- Factor masculino grave: Cuando el esperma tiene un bajo recuento, movilidad o morfología.
- Fallos de inseminación o esterilidad inexplicable: Cuando no se encuentra una causa clara para la infertilidad.
- Situaciones con especial necesidad de conseguir embarazo de forma rápida y eficiente: tal y como edad avanzada, baja reserva folicular y enfermedades controladas con posibilidad de agravarse en el futuro e influir negativamente en la fertilidad como endometriosis, adenomiosis, miomas, endocrinopatías como diabetes y distintos procesos crónicos como hipertensión, nefropatías y otros.
- Enfermedades genéticas transmisibles: cuando las parejas necesitan identificar embriones libres de determinadas enfermedades para evitar su transmisión a la descendencia.
- Abortos de repetición y alto riesgo de aneuploidias embrionarias: con necesidad de identificar embriones cromosómicamente normales cuya transferencia mejore la tasa de recién nacido sano
- Preservación previa de fertilidad: cuando por distintas razones previamente se han congelado ovocitos o espermatozoides.
Mitos y realidades sobre la FIV
- Mito: conseguir varios ovocitos en un ciclo, adelantará varios meses la menopausia.
- Realidad: en cada ciclo son varios los ovocitos que inician su maduración, pero finalmente solo 1 madura y los demás se atresian. La FIV logra evitarlo y los recupera para su fecundación, por lo que la edad de menopausia no ofrecerá variaciones, incluso después de realizar varios ciclos.
- Mito: La FIV es un tratamiento muy doloroso.
- Realidad: La FIV puede causar molestias, pero en general es bien tolerada. Los medicamentos para la estimulación ovárica pueden causar hinchazón abdominal y sensibilidad en los ovarios. La recuperación de ovocitos se realiza bajo sedación, por lo que la paciente no percibirá ningún dolor durante este proceso.
- Mito: La FIV siempre funciona a la primera.
- Realidad: Las tasas de éxito de la FIV varían según la edad de la mujer, la causa de la esterilidad y otros factores, así como el resultado final del laboratorio FIV, pero se sitúan en torno al 40% de embarazo por transferencia embrionaria.
- Mito: Los bebés concebidos por FIV son diferentes a los concebidos de forma natural.
- Realidad: Las técnicas FIV no suponen en sí ningún riesgo añadido para los recién nacidos que son tan sanos y normales como los demás.
¿Cómo elegir una clínica de FIV?
Al elegir una clínica de FIV, es importante considerar los siguientes factores:
- Experiencia del equipo médico: Busca una clínica con un equipo médico altamente cualificado y con amplia experiencia en tratamientos de reproducción asistida.
- Tasas de éxito: Infórmate sobre las tasas de éxito de la clínica preguntando directamente a sus profesionales o en las páginas oficiales del Registro Nacional en el Ministerio de Sanidad o en la Sociedad Española de Fertilidad.
- Tecnología: Asegúrate de que la clínica cuente con un laboratorio FIV acreditado con las tecnologías más avanzadas.
- Atención personalizada: Busca una clínica que ofrezca un trato cercano y personalizado para sus pacientes.
Recuerda: La FIV es un tratamiento de alta complejidad que proporciona conocimiento importante e individualizado sobre el proceso reproductivo y cuando todo transcurrre de forma óptima, embriones para su posterior transferencia intraútero con el objetivo de conseguir embarazo. La información suministrada requiere análisis pormenorizado para toma de decisiones correctas, por lo que requiere tiempo y paciencia por parte de los pacientes. Por ello es importante que establezcas con tus médicos una relación de confianza.