2022
La maternidad conlleva cambios importantes: cambios biológicos, sociales, personales, físicos, de relación, etc. Si todo esto lo unimos al estrés por el embarazo, parto y posparto, puede hacer que las mujeres en este momento seáis especialmente vulnerables. Hoy en este post ahondamos en la depresión durante el embarazo.
Es normal que las mujeres os sintáis confundidas, nerviosas, tristes o angustiadas durante el embarazo. El vaivén hormonal que tiene lugar en el cuerpo puede generar todo tipo de emociones y sentimientos. No obstante, cuando estas emociones negativas se prolongan en el tiempo, se podría estar ante un caso de depresión prenatal, una condición a la que se debe prestar atención.
CLAVES DE LA DEPRESIÓN DURANTE EL EMBARAZO
Dentro de los problemas psicológicos que pueden darse a raíz del embarazo, el más conocido es la depresión posparto, aunque la depresión prenatal también es bastante común y frecuente. Ambas quedarían englobadas dentro del término depresión perinatal. La palabra «perinatal» se refiere al tiempo antes y después del nacimiento de un bebé. Por tanto, la depresión perinatal incluye aquella que comienza durante el embarazo (depresión prenatal) y la que comienza después del nacimiento del bebé (depresión posparto). En esta ocasión nos vamos a centrar en la depresión prenatal (durante el embarazo).
Como hemos dicho, la depresión prenatal es la que se inicia en el embarazo y suele estar bastante asociada a la ansiedad y a la depresión. Es una depresión clínica y temporal, aunque sus consecuencias pueden prolongarse en el tiempo si no se tratan adecuadamente.
Actualmente, se estima que entre el 14 y el 23% de las mujeres embarazadas pueden padecer este tipo de depresión. Además, dependiendo de la edad de la gestante los datos se pueden incrementar, siendo las gestantes adolescentes y las de edad más avanzada las que tienen una incidencia más alta de sufrir esta depresión.
Algunas investigaciones sugieren que los episodios depresivos ocurren con mayor frecuencia durante el primer y tercer trimestre.
SÍNDTOMAS DE LA DEPRESIÓN PRENATAL
Los síntomas más comunes que pueden aparecer son:
- Bajo estado de ánimo
- Desinterés por actividades que antes te gustaban
- Tristeza
- Irritabilidad
- Falta de concentración
- Alteraciones en el sueño, apetito y/o libido
- Ganas recurrentes de llorar
- Preocupaciones excesivas por las cosas
- Pensamientos anticipatorios negativos
- Dudas sobre tu capacidad para ser buena madre o para atender a las necesidades del bebé
- Inquietud
- Aislamiento de amigos y familiares
- Sentimientos de desesperanza o culpa, especialmente ligados a su nuevo rol de ser madre o a la llegada del bebé
- Sentimientos de vergüenza
- Cambios en los hábitos de alimentación, descanso, higiene y hasta laborales, si aún no se está de baja
- Deseos de salir corriendo y escapar
- Pensamientos suicidas.
En alguna ocasión esto podría ocurrir debido a que algunos síntomas de la depresión (cambios en el sueño, el nivel de energía, el apetito y la libido) son similares a los síntomas del embarazo. Además, a veces las mujeres también pueden ser reacias a hablar sobre los cambios de estado de ánimo durante el embarazo, debido al estigma asociado con la depresión. Y por otro lado, hay una tendencia a centrarse más en la salud física de la mujer durante el embarazo que en la salud mental. Por ello, informarse y conocer todos los síntomas de la depresión prenatal que hemos mencionado previamente nos puede ayudar a detectarla con mayor facilidad.
CAUSAS DE LA DEPRESIÓN PRENATAL
La depresión prenatal puede afectar a cualquier madre, independientemente de su edad, raza, ingresos, cultura o educación. Ninguna mujer tiene la culpa de tener depresión perinatal. No es el resultado de algo que hayas hecho o no.
No hay una sola causa para la depresión perinatal. Las investigaciones sugieren que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales.
El estrés de la vida, las demandas laborales o experiencias traumáticas anteriores, las exigencias físicas y emocionales de tener hijos y de cuidar a un nuevo bebé, y los cambios hormonales que ocurren durante y después del embarazo pueden contribuir a la depresión perinatal. Además, las mujeres presentan un mayor riesgo de desarrollar depresión perinatal si tienen antecedentes personales o familiares de depresión o trastorno bipolar, o si han tenido depresión perinatal en un embarazo anterior.
¿QUÉ HACER SI APARECE?
Por todo lo que ya hemos comentado, por el sufrimiento emocional que os puede causar y también por la interferencia en otros ámbitos de la vida, es importante que este tipo de problemas psicológicos se detecten lo antes posible, que no se minimicen los síntomas y que se trate pidiendo ayuda a un especialista.
Si la depresión prenatal no se evalúa ni se trata adecuadamente los síntomas pueden persistir. Además, es posible que no obtengas la asistencia prenatal óptima, que no incorpores los alimentos saludables que tu bebé necesita o que no tengas la energía para cuidarte. A la vez, estás expuesta a un mayor riesgo de sufrir depresión posparto y que te cueste establecer lazos afectivos con tu bebé.
Desdela Unidad de Psicología del Instituto de Fertilidad Avantia, podemos ofrecerte la ayuda que necesitas a la hora de manejar una posible depresión prenatal. No dudes en ponerte en contacto con nosotros si quieres saber más sobre este asunto o si sospechas que puedes estar padeciéndola.
Para cualquier duda y/o consulta que queráis hacer, podéis contactar con nosotros dejando un mensaje en la casilla de comentarios (debajo de este artículo) o visitando nuestra Web, donde tenéis un formulario de contacto y nuestro número de teléfono: 958 08 10 49
“Clínica Avantia, donde nace la felicidad”
Marta Fernández Domingo.
Unidad de Psicología, Instituto Avantia de Fertilidad