2019
En este artículo, nos queremos centrar en una importante cuestión ¿cuál es el papel del especialista en psicología en la reproducción asistida?
En Instituto AVANTIA de fertilidad sabemos que, para obtener los mejores resultados, es necesario contar con la máxima competencia profesional médica, los medios técnicos de laboratorio adecuados y considerar al paciente de una manera integral valorando tanto la vertiente médica como la humana. Por ello contamos con una unidad de psicología dirigida por la Dra. Gómez Regalado que presta apoyo a los pacientes que se someten a tratamiento en nuestro centro. A continuación, la Dra. Gómez Regalado nos explica cómo puede la unidad de psicológica ayudar en el proceso.
Cómo puede ayudar el especialista en psicología en un proceso de Reproducción Asistida
1. AYUDA ANTE ESTADOS DE ESTRÉS Y ANSIEDAD
Siempre hemos escuchado que el estrés está muy relacionado con la fertilidad, pero también sucede que los problemas de fertilidad son una gran fuente de estrés y ansiedad.
Se sabe que durante todo el proceso de la reproducción asistida, desde el instante en el que pedimos la cita hasta que nos realizan la intervención y la beta, hay múltiples momentos en los que aumenta el riesgo de presentar estrés.
Si la llegada a un diagnóstico es ya de por sí estresante, imaginemos esto sumado a todos los nervios, las dudas, la ansiedad que siguen durante el ciclo de tratamiento: las pruebas, los posibles fallos, los contratiempos…
Además, podemos encontrarnos con sentimientos de pena, depresión, pérdida de control, problemas en la intimidad con la pareja, enfados, efectos sobre la autoestima, alteración de las relaciones sociales… Recordemos que no solo nos dicen que no se es fértil, sino que nos quitan toda la idea de familia que teníamos en nuestra mente. Y esto, aun sin llegar a haber existido en el mundo real, es algo muy doloroso de perder.
El papel de la psicología en las Unidades de Reproducción Asistida es dar cabida a todas estas emociones y ayudar en su manejo ya que el bienestar psicológico y emocional también va jugar un papel importante durante el tratamiento. Y es que ayudar a las parejas a afrontar las consecuencias psicológicas de la infertilidad incide tanto en el bienestar de la pareja como en el tratamiento mismo, ya que al igual que la infertilidad provoca todas estas reacciones que se comentaban anteriormente, parece ser que algunas de ellas, como es este caso del estrés, también funcionan como factores que contribuyen a los problemas de fertilidad.
Todos tenemos técnicas y habilidades para afrontar distintas situaciones. Sin embargo, muchas veces lo que hasta ahora había servido deja de sernos útil, ya que son muchos cambios, muchas situaciones nuevas y una gran vorágine de emociones que en numerosas ocasiones vamos a sentir como fuera de control.
Será labor del psicólogo ver qué aspectos de la vida de los pacientes se están viendo más debilitados, qué está fallando a la hora de afrontar esta situación y orientar y ofrecer aquellas pautas que más beneficios reporten en cada caso. Además, actuará como mediador entre pacientes y la situación actual para facilitar, no un cambio de esta, sino un cambio en la forma de relacionarse con el momento que se está viviendo y con las emociones y pensamientos que suscita.
2. AYUDA PARA SUPERAR LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS
No tenemos muy claro que sea la etiqueta ideal para este tipo de problemas, pero si atendemos a la forma en que repercuten en la persona algunos de los pensamientos que surgen durante los tratamientos y sobre todo, tras los intentos fallidos, la palabra “negativo” parece encajar bastante bien.
Las personas, por lo general, solemos ser especialistas en pensar en los “y si…” que podrían haber sido si las cosas se hubiesen hecho de otra manera.
En la reproducción asistida, suele emplearse bastante tiempo en pensar qué se podría haber hecho de forma distinta, en qué hemos podido fallar, en culpabilizarse a uno mismo por la situación actual…
Lejos de ayudar, estos pensamientos suelen desembocar en un círculo vicioso en el que cada vez nos sentimos peor, cada vez vemos el futuro más oscuro, cada vez dudamos más de si conseguiremos nuestro objetivo…
En la Unidad de Psicología de nuestra clínica pretendemos normalizar la aparición estos tipos de pensamientos y de preguntas. Pero también se pretende que la persona no se deje atrapar por ellos.
Aprender a identificar estos pensamientos negativos, cortar el círculo vicioso, debatirlos y encontrar otras opciones más racionales, son aspectos que se pueden conseguir con asesoramiento psicológico.
3. RESPALDO FRENTE LA FALTA DE APOYO SOCIAL EN EL ENTORNO Y EN LA PAREJA
Muchas veces, los problemas de fertilidad suelen mantenerse en secreto, como tema tabú, y esta falta de información puede llevar a que familiares y amigos hagan preguntas y comentarios que pueden resultar dolorosos.
Y aun en el caso de que familia y amigos sí conozcan el problema, no siempre es fácil responder de forma adecuada. Es frecuente preguntar por si se ha logrado el embarazo, sugerir soluciones, contar casos de amigos de amigos que no podían tener bebés y que al final hicieron esto o lo otro… lo que lleva a que las parejas sientan que no están recibiendo el apoyo que necesitan. Por eso os recomendamos el artículo: «Recomendaciones para familiares y amigos de pacientes en procesos de Reproducción Asistida»
En este aspecto, la formación de grupos pueden ser muy útiles, existiendo estudios que demuestran sus beneficios: Ayudan a normalizar emociones y pensamientos, ya que se encuentran a otras personas que están pasando por lo mismo, se puede obtener información sobre otras opciones y, sobre todo, encontramos esa red de apoyo tan necesaria.
Favorecer la aparición de estos tipos de redes puede entrar en las competencias del psicólogo, bien ayudando a pacientes y parejas a ser más comunicativos con su entorno y a superar las barreras del tabú, bien mediante la creación de estos tipos de grupos.
Al igual que puede existir bajo apoyo en nuestro entorno, en algunos casos podemos encontrar un bajo apoyo (o una baja percepción de apoyo) en la pareja. Será muy importante dedicar tiempo a trabajar en la relación de pareja. No es raro encontrar reproches, búsqueda de culpables, desencuentros entre los miembros de la pareja por la falta de respuesta deseada… En este caso, el psicólogo se encargará de hacer hincapié en el trabajo de habilidades de comunicación, en la expresión de emociones o en la práctica de la asertividad y la empatía.
4. AYUDA A LA GESTIÓN DE LAS ALTERACIONES DEL ESTADO DE ÁNIMO
No es raro que ante un diagnóstico de infertilidad o esterilidad o ante intentos fallidos y la posible aparición de distintos inconvenientes a lo largo del tratamiento, comparezcan síntomas típicos de la depresión.
La tristeza, la falta de energía y la desaparición de motivaciones que antes sí teníamos, son sucesos muy frecuentes entre los pacientes y en muchas ocasiones serán respuestas normales ante distintos eventos del tratamiento.
Nuestra labor en estos casos será, en primer lugar la de normalizar esa tristeza y, una vez aceptado que es normal y legítimo sentirse de esa forma, orientar en la adquisición de habilidades que permitan la expresión de emociones y la continuación de aquellas labores y actividades que reportan satisfacción y bienestar a la persona.
Cuándo sería más necesaria la labor del psicólogo en la Reproducción Asistida
Existen distintos momentos del tratamiento en los que se ha comprobado que los pacientes experimentan un nivel de malestar más elevado y en los que el papel del psicólogo cobraría mayor relevancia:
Sería interesante contar con apoyo psicológico en el momento del diagnóstico. Esto permitiría poder explicar a los pacientes los diferentes estados que pueden experimentar a partir de ese momento y a lo largo del tratamiento. Al ponerlos sobre aviso, otorgamos un poco de control.
Otro momento interesante para contar con la figura del psicólogo sería el momento de informar sobre los embriones que se han conseguido, los que van quedando y el estado de éstos. Es una fase que puede generar frustración en aquellos casos en los que vemos descender drásticamente el número de aquellos. Ayudar a manejar esa frustración puede aliviar parte del malestar del proceso.
Parece estar casi de más el decir que las semanas de “betaespera” suponen un incremento del estrés en las pacientes. Sobre todo, el nivel de malestar aumenta en la segunda semana, cuando ya va quedando menos para el día de la beta. Contar con apoyo durante estas semanas, tener la posibilidad de expresar sentimientos y pensamientos y diversas técnicas de relajación pueden contribuir a que el estrés de estas semanas sea más manejable.
Por último, el momento de mayor malestar será el de un resultado de beta negativo. En este caso, la labor desde la psicología será estar ahí para pacientes y parejas y acompañar en ese momento de duelo reevaluando la situación, observando las emociones y recolocándolas de manera que permitan continuar.
EN RESUMEN…
A modo de resumen, el trabajo del psicólogo en las Unidades de Reproducción será:
- Orientar e informar de manera adecuada y realista.
- Actuar como mediadores entre personal médico y pacientes.
- Trabajar en pos del desarrollo de estrategias para minimizar los riesgos de la aparición de cuadros patológicos (trastornos de ansiedad, depresión…).
- Ser apoyo y, en caso de ser necesario, facilitar una red de apoyo social para pacientes.
En conclusión, nuestro papel en las Unidades de Reproducción Asistida es el de acompañar a pacientes y parejas a lo largo del trayecto y atender a sus necesidades para intentar conseguir una mayor satisfacción y calidad de vida.
Recordemos que no solo el tratamiento influye en nuestro estado psicológico, sino que este también va a repercutir en el éxito del tratamiento. Por ello, el psicólogo funciona como un integrante más dentro de un equipo multidisciplinar que trabaja para lograr un mismo objetivo: conseguir el embarazo.
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“Clínica Avantia, donde nace la felicidad”
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