2019
Es evidente que, al realizar un tratamiento de reproducción asistida, todas nuestras esperanzas están depositadas en la posibilidad de que todo salga bien. Sin embargo, existe un porcentaje nada despreciable de posibilidades de que el tratamiento resulte fallido.
¿Qué pasa entonces si el tratamiento de reproducción asistida falla?
Desde nuestra Unidad de Psicología de Clínica Avantia, queremos facilitaros algunas indicaciones o consejos para afrontar de la mejor manera posible un tratamiento fallido.
Consejos para afrontar mejor un tratamiento de Reproducción Asistida fallido
Durante el tratamiento:
No hay que esperar a conocer el resultado para poner en marcha nuestras herramientas de afrontamiento, sino que ya durante el tratamiento podemos ir trabajando en distintos puntos poco a poco.
- Cuidado personal:
Parece algo tonto, pero muchas veces, mientras estamos en un ciclo nos centramos tanto en él que descuidamos otros aspectos de nuestra vida, como es el autocuidado.
Tomad el tratamiento como una oportunidad para centraros un poco más en vosotros mismos. Estáis pasando por un tramo complejo, así que qué mejor momento para dedicarse tiempo a uno mismo.
Sabemos que en el día a día no suele quedar mucho tiempo para el ocio, pero es importante establecer un momento en el que podamos dedicarnos a hacer aquella actividad con la que disfrutamos.
Puede ser leer, escuchar música, bailar, pasear… Cada uno sabe qué es eso que le ayuda a tranquilizarse y a evadirse. Encuéntralo y exprímelo
- Autocrecimiento:
Desde nuestra Unidad de Psicología de Clínica Avantia, hacemos mucho hincapié en esto a las pacientes que acuden a consulta.
Es importante que seamos conscientes de que el tratamiento en el que estamos no es nuestra vida al completo, sino una parte de ella. Por esto, encontrar nuevas inquietudes, hobbies, intereses… Recuperar aquello que antes hacíamos y nos proporcionaba satisfacción y bienestar y que poco a poco hemos dejado de hacer…
En definitiva; construir distintos yo es diversos entre ellos para evitar que ante un no embarazo nos vengamos abajo, ya que aunque nuestro yo que desea tener un bebé y que está inmerso en el tratamiento de reproducción asistida reciba un golpe, todos los demás que construyamos estarán ahí para seguir sosteniéndonos.
- Optimismo vs pesimismo defensivo:
Hay dos tipos de personas: las que ante todo mantienen una actitud optimista y piensan que lograrán lo que persiguen y las que anticipan un posible resultado malo.
Estas últimas son las que conocemos como pesimistas. Sin embargo, cuando esta anticipación de resultados poco deseados sirve como motor para trabajar en contra de ese desenlace, lejos de ser negativo, este pesimismo resulta igual de efectivo que ser optimista. Es lo que se conoce como pesimismo defensivo.
Tomad consciencia de qué tipo de personas sois, optimistas o pesimistas defensivos, y no os obliguéis a ser otra cosa, ya que esta forma de ver el futuro os ayudará a afrontar la situación de un fallo en el tratamiento. En el caso del pesimista defensivo, habiendo tomado precauciones durante todo el proceso, y en el caso del optimista, poniendo de nuevo su objetivo en el próximo intento.
Tras la noticia de un No embarazo:
Una vez ya sabemos que el tratamiento no ha funcionado en esta ocasión, resultará más fácil afrontar este desenlace si hemos ido siguiendo las indicaciones previas durante el ciclo.
Pero si por algún motivo no hemos podido o, por qué no, no lo hemos visto necesario, será el momento de ponernos manos a la obra.
Mucho de lo anterior se puede aplicar también a este momento: el autocuidado, el dedicarse tiempo a uno mismo, a la pareja, a hacer cosas que durante el ciclo no se han podido hacer, buscar actividades placenteras y objetivos que nos motiven… todo ello ayudará a sentirnos mejor y a distraernos un poco para que ese no embarazo no sea lo único que tengamos en mente.
En este punto, también pueden pasarnos por la cabeza muchos pensamientos, algunos de los cuales pueden resultarnos nocivos. A veces también aparecen sentimientos de culpa, de ansiedad e incluso, sentimientos que exceden a la tristeza. Para ello, recomendamos la siguiente tarea:
- ABC y pensamientos irracionales:
Os animamos a descubrir cuáles de esos pensamientos son los que están causando daño o están dando lugar a emociones que exceden a aquellas que podrían entrar dentro de lo normal en estas circunstancias, como serían la ansiedad, la depresión, la culpa o la ira incontrolable. Es lo que en psicología se conoce como el ABC de Ellis.
La A sería la situación en la que se producen las emociones que nos provocan malestar, la C serían esas emociones o conductas que nos resultan desagradables y la B los pensamientos que provocan dichas emociones y conductas.
Apuntamos estos tres elementos y una vez localizado el pensamiento, buscamos otras alternativas que resulten plausibles y que no den lugar a esa ansiedad, a la culpa… Es decir, entramos en un pequeño debate con nosotros mismos que nos obliga a encontrar otros puntos de vista que en un primer momento no percibíamos.
Estas son algunas pautas que podéis poner en práctica.
Cada persona es diferente y lo que es beneficioso para alguien, no tiene por qué serlo para otro. Por ello, no os preocupéis si algo no os funciona. Seguid buscando. Vosotros sois quienes mejor os conocéis y estamos convencidos de que podéis encontrar vuestra herramienta óptima para enfrentaros a los momentos duros.
Pero si por algún motivo no podéis encontrarla, desde la Unidad de Psicología estaremos encantados de poder ayudaros en esa búsqueda.
Sara Gómez Regalado.
Unidad de Psicología.
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“Clínica Avantia, donde nace la felicidad”