Las técnicas de fecundación in vitro son las de mayor importancia dentro de la reproducción asistida, pero también las más complejas. Sin embargo, no todas las pacientes requieren de esta técnica, sino tan sólo algunas patologías o en aquellos casos en los que es necesario controlar al máximo el proceso reproductivo.
En primer lugar es necesario conseguir una hiperestimulación ovárica controlada mediante la administración diaria de un tratamiento hormonal y realización de ecografías para controlar el desarrollo multifolicular en los ovarios y analíticas periódicas.Cuando se alcanza su maduración se realiza la recuperación de ovocitos mediante punción folicular guiada por ecografía transvaginal con medidas de asepsia y analgesia adecuadas. Para ello es necesario utilizar una sala de punción y la observación posterior durante unas horas hasta asegurar que no ha habido complicaciones. Posteriormente la paciente regresará a su domicilio y podrá ir realizando sus actividades habituales de forma progresiva. En Instituto AVANTIA de Fertilidad disponemos de habitaciones individuales controladas por personal sanitario para realizar este control. Una vez extraídos los ovocitos, se procesan en el laboratorio para facilitar su unión a espermatozoides seleccionados mediante técnicas de capacitación, bien de forma natural (FIV) o a través de inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). A partir de ese momento, el ovocito fecundado o zigoto comenzará a dividirse para obtener embriones en un plazo de 48 a 72 horas. Este será el momento de seleccionar el embrión o embriones de mejor calidad para ser transferidos al útero materno de forma sencilla y facilitar la implantación y posterior desarrollo hasta el nacimiento. Los embriones de buena calidad sobrantes se criopreservarán vitrificados para su posterior uso.